lunes, 18 de agosto de 2008

Ruperto


Rupertito, originalmente cargada por ...Emperatriz....


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., originalmente cargada por ...Emperatriz....

Hace algún tiempo me encantaba esta imagen, pero ahora solo quedará en mis registros, perdida, como una cantidad de pixeles y colores variados.

Carne, sangre y fuego.



Decía así esa historia:


Él a lomo de un caballo montaba de regreso. La sangrienta batalla había dejado marcas en su rostro. Los otros, en el piso, aun se revolcaban en sus postreros estertores. Las cabezas, de sus cuerpos de cuajo arrancadas, brazos cercenados, eran su rastro en el camino, las pieles de su montura teñidas de rojo estaban y cuando se daba cuenta de esto el furor de la pelea volvía a su mente y apretando las piernas más furiosamente cabalgaba a su destino.


Su cabello ensangrentado pegado a su cara, su hacha colgando desde su espalda, sus dedos parecían recordar otros momentos, su mirada nublada me hacía pensar que era cierto lo que suponía, en su mente estaba quien lo esperaba cerca de una hogera, quemando los cuerpos de los infames que destruyeron su tierra.


Sigo su camino y lo veo llegar, una mujer a sus brazos se lanza, caen ambos al suelo sobre la sangre esparcida, entre carne y espadas se acuestan al lado del fuego, como un collar prendido a su cuello la muchacha se queda, el hombre solo la mira y sonrie.


Cruento caballero sonrie tras haber dado muerte a tantos, vuelve a sonreir y ya no es ese rostro enfermo y frenético, sino una dulce y clara sonrisa, una tierna mirada, nadie supondría a ese hombre siendo feliz de esa forma. Nadie pensaría en ese hombre de una forma que no fuese luchando entre hierro y sangre, mas ella no, ella lo sabía y ahora lo abrazaba como se toma a un niño cuando llora.


El fuego se hacía presente también en sus cuerpos y el ritual comenzaba, la sangre inundaba el aire y pegaba las ropas a su piel. Los gritos de los que aun no morian resonaban y él harto de todo, tomó una espada y terminó con sus vidas, cortó sus cabezas, clavó en medio de sus frentes o desde el pecho una franja trazó hasta partir el cuerpo en dos.


Ella mientras tanto, apartaba un espacio junto al fuego para los dos, las pieles servían de cama, bailaba junto al fuego mientras el terminaba su tarea, movía su cuerpo el son de un antiguo canto, mientras con los restos cercenados bañaba sus pechos de sangre, sus ojos pintados ahora con gotas de sangre también adornados, tocaba sus pechos, de sus pezones parecía manar sangre. El llegó y por la espalda la tomó, rompio el resto de las vestiduras que cubrian sus piernas, mordio su cuello y terminaron en el suelo, ambos rompien con euforia sus ropas y el fuego comenzaba a ser la única luz, desnudos y ensangrentados se tocaban y lamian, el sabor ferreo de la sangre estaba en sus bocas y su piel. El comenzó a ahorcarla, mientras la penetraba, la muchacha movía sus manos sin lograr hacer nada, como quien tiene sus últimos momentos de vida, pero cuando lograba acercarse a él, lo abrazaba más fuerte, mientras seguían fornicando ante esa hogera con cuerpos que comenzaba a expeler un humo más negro y un polvo aceitoso caía donde el viento llevaba las cenizas.






































Texto para alguien a quien quiero mucho, mi vikingo a escala ;)

fue escrito para él en "conmemoración" a un inolvidable momento.

( no se me olvida y eso que tengo pésima memoria ...)